Así se construye sobre los 4000 metros de altura…


Juntos, mano a mano, con la familia, los amigos y vecinos, conversación y sonrisas nunca faltan. Allá, entre Ayacucho y Apurimaq, “aquisitonomas de Negromayo”… Nos recibe una familia. Hablan y nos explican un poco sobre cómo se vive aquí… Aquí donde respirar cuesta y caminar ya es un ejercicio complicado, ¿cómo trabajan estos hombres y mujeres? Muy duro (no encuentro el término exacto).
Por estos lares, con lo único que te encuentres son llamas, alpacas y muchas piedras. Todas ellas te cuidan: las primeras te dan alimento y vestido y las últimas, te abrigan.







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